martes, 1 de marzo de 2011

Tamási Claudia


Hace varios días tuve la ocasión de conocer a Tamási Claudia y cenar con ella y su pareja. Es una joven artista húngara de la nueva era; con ella se acabaron los estereotipos de pintura sobre maternidades, profundidades del corazón y demás; hundiendo sus manos en las tradiciones post-wwii, o sea, después del tinglado del aguilucho en Europa y tal. 

Para una mentalidad tan simple como la mía, la obra de Claudia es magníficamente sincera, y se sumerge en un maravilloso planeta donde uno puede encontrarse con hiperrealismo, con una revisión muy personal del popart (Warhol y Lichtenstein), del postpopart (el drogadísimo Basquiat) o con la tradición de collages a lo Schwitters o esos experimentos paul Klee (refrescantes, móviles, gráciles, deliciosamente novedosos, actuales, incluso hoy).

"Mis labios". Óleo sobre lienzo. 2000-2001.
Su evolución podéis advertirla no ya como una sucesión de cambios de rumbo, sino como una mutación constante, dejando atrás lo que parece incomodarla para incorporar nuevos elementos a los que sirven de base fundamental e identificativa de su obra.

Por ejemplo, la repetición. ¿Por qué la repetición? Yo siempre suelo recomendar esperar a que alguien publique una buena biografía o el artista escriba una especie de memorando de su obra, o algún ensayito en edición libro de bolsillo para poder saber qué y porqué eso y no eso otro. Yo percibo la repetición, por lo que he podido saber, por lo que se cuenta en la calle, como una clara reminiscencia de nuestra sociedad de creciente consumo; sin embargo, no queremos un arte enlatado, o un arte industrializado, de producción desbocada, pero es lo que hay, es lo que tenemos; si vais a ARCO os encontraréis un tío que roba un carrito del Carrefour y dispone dentro del mismo un par de periódicos (¿consumismo? ¿crítica a una información adulterada por intereses de las grandes compañías? o tal vez, ¿una sátira sobre el mercantilismo en los media? ¿qué cojones significa ese puñetero carrito con periódicos? -pregunta directa al responsable del mismo; ARCO, edición 2002-), o una obra consistente en varias bolsas de distintas compañías del sector comercial en las que se pueden observar varias láminas de la Mona Lisa... Repetición, o sea, producción en serie; sin embargo, Claudia produce a nivel artesanal, y sus repeticiones son magníficamente artesanales... Paradoja. Algo formidable que nos dejaron los "modernos" -en boca de Kahnweiler- de las primeras vanguardias.
Distintas obras de ese mismo período. 2001-2002

Asimismo tenemos ejemplos de hiperrealismo, tipo Antonio López o, de ese realismo trascendente de E. hOpper.  Sólo que el modelo si posa, no posa; es decir, que el objeto del cuadro, o el sujeto del mismo, vive en la instantaneidad, en lo espontáneo del momento, en la maravilla del carpe diem, en lo efímero, sin saber que se convertirá en icono de un momento a otro.  

también encontramos un aspecto muy interesante -y muy poco tratado- dentro de la historiografía del hambre, quiero decir, del arte: la atención. Chardin ya se ocupó de este asunto y sus niños construyendo fortalezas con naipes o leyendo, dejando al espectador como un babysitter perplejo, o aquel desaforadamente contemporáneo Wright of Derby y su experimento de aforo completo, donde una paloma pasaría a mejor vida ante los ojos atentísimos de distintos y extraordinarios personajes... o el bueno de Matisse y su revisión Chardanista, fauvista, colorista, soñadora... Claudia también se ocupa de poner un cigarrillo en la boca de un sujeto o un bocadillo delicioso  y pintar ese gesto concentrado, independiente y autónomo, lejano al espectador pretencioso, egoísta y petit burgois.
"Oh, H2O", 2003

"Con mi corazón", 2003.
ella redescubre el maravilloso perfume de la repetición, pero, a la vez, indaga y explora otros pelajes, nuevas fórmulas de creación, con materiales del siglo XXI, mezclando el óleo con materiales plásticos extraños, ajenos a los lienzos.

Claudia se sumerge en el enigmático mundo de las muñecas, que, en el fondo, no deja de ser el inquietante cosmos de los autómatas.

"Kamuflekk I-X", 2003
"Kamuflekk I-X", 2003
Ya en el 2003, empleando las viejas armas -el pincel, el óleo y el lienzo, y, tal vez, algo de munición acrílica- nos regala otra serie, otra repetición; temática: la metapintura, la pintura dentro de la pintura, ya sabéis, como aquella "pintura-sillón" de Matisse, a modo de balancín, entrar y salir como si tal cosa de un cuadro.
"Kamuflekk I-X", 2003
"Kamuflekk I-X", 2003
Y, ¿qué mejor forma de hacerlo que mediante una mítica plasta de pintura virtual? Es decir, como cuando éramos niños y nos lanzábamos de cabeza a aquellas charcas de barro, jugábamos con él y nos rebozábamos bien, nos restregábamos bien por rodillas y codos y vertíamos tan telúrico tesoro por nuestros cabellos -¡¡¡cuando aún teníamos!!!- y regresábamos a casa orgullosos de haber creado obras de arte en movimiento, aunque sin saberlo, claro, y asumiendo las posteriores reprimendas; porque, vamos a ver, esto del arte consiste en mancharse a base de bien, en jugar bien con plastas de colores y luego dejar motitas de colorines por nuestra ropa y cabellos, ¿no? pues eso.

Obras variadas. 2003-2004.
Obras variadas. 2004.
En los últimos meses de 2003 y, a lo largo de la primera mitad de 2004 comienza a experimentar y a buscar nuevas vías. En su web podréis ver pormenorizadamente las mismas. Lo más destacable de este período es, precisamente, la transición. Un amigo pintor, con motivo de un bache creativo, me dijo una vez "Álvaro, no sé qué pintar; estoy bloqueado; todo lo que pinto es una mierda enorme". Bueno, a los pocos días debió de ver la luz, o tener algún tipo de visión mariana, porque decidió pintar ocho cuadros sobre su habitación, otros ocho sobre el salón, y otros ocho de la cocina. Se dio cuenta de que, a veces, no es el contenido lo importante, sino la búsqueda, sino el tantear; tantear y tantear hasta dar con tu bastón de peatón ciego del universo y encontrar una nueva vía.  Por primera vez trata, experimenta directamente con una nueva sintaxis: la fragmentación. La fragmentación, que está presente en el arte desde tiempos inmemoriales (¿cómo se levantaron zigurats y pirámides, templos griegos y romanos y las catedrales del medioevo sino mediante fragmentos, piezas, piedras talladas a medida, o cómo se elaboraban los mosaicos de las villas romanas y de los templos de estilo bizantino sino con teselas?); la fragmentación como esencia, como ápeiron de un todo, o base fundamental de un todo.

"Love Story", 2004-2005.
Así es como Claudia llega al 2005 y regresa con otras series; esta vez empleando como base lamas de parquet y aplicando sobre ellas la pintura. De nuevo la serie, de nuevo ese popart que rescata del baúl y una presentación novedosa, original, fresca, excitante. Elabora distintas composiciones, de las que ésta es una muestra, y que, una vez más, parecen tratar el tema de la atención, aunque, con otra perspectiva: ya no es el sujeto del cuadro quien está realizando una acción que requiere de toda su atención, sino, el espectador, que se ve forzado a seguir el hilo argumental para ver cómo termina esa Love Story.


"Efecto de la casa verde".Varios. 2006.

"Efecto de la casa verde". 2006
En el 2006 participa en una exposición con otros artistas y expone una serie de foto-creaciones a base de efectos visuales mediante ventanas y motivos diseñados al carboncillo. serie, progresión, novedad... los elementos aplicados de nuevo y que funcionan de fenómenos. De nuevo lo fragmentario, la división de la imagen para crear cientos de imágenes, como una máquina de iconos, o como un cinematógrafo.

En el 2007, y aplicando la técnica del parquet pintado, genera una maquinación formidable: de nuevo la repetición, de nuevo la estética del autómata, de la muñeca, de nuevo la fragmentación, pero, no para formar parte atómica de un todo, sino para crear un todo, sino para crear muchos todos. También el ingenio, la ironía: construye una suerte de cubo rubik pero no ya de colores, casi casi Mondrian, sino mediante lamas de parquet, mediante esas extremidades segmentadas, seccionadas, de muñecas, de muñecos, de autómatas.

                                                      

"¿O tal vez es ella?", 2007.
"¿Está todo bien así?", 2007
En el 2007 genera otra magnífica serie. En esta ocasión, se trata de recuperar el popart, de recuperar toda esa galería de mitos y actualizarlos, convertirlos en mitos del presente, iconos de la modernidad. Así, como la mayor máquina de generación de imágenes es el cine, ella toma del cine, los iconos del pasado y los transporta al presente, un poco como nos decía aquel profesor polvoriento y anciano, como una catarsis psicopompa, pero con mitos del cine, creando un relato basado en esa mitología contemporánea que el hombre comenzó a generar desde principios del xx. A continuación algunas imágenes de las series "¿Está todo bien así?" y "¿O tal vez es ella?". Simultaneidad, dobles imágenes, reconstrucción, recreación, repetición.

"Sensacionalista", 2008.

Y de nuevo nos encontramos con otro año de transición, 2008, donde ella recurre nuevamente a la serie, al elemento reconfortante de la reiteración para explorar nuevas vías, nuevas formas de expresión. Tantear, tantear y tantear. 








Finalmente, en el 2009, la encontramos en una serie magnífica, original, donde la fusión de varios sintaxis artísticas aprehendidas a lo largo de los años, logran  un efecto realmente inquietante, dejándonos en el paladar los sabores característicos de su obra: la serie, la temática de la atención, la invitación al espectador a entrar en la obra, la reflexión y, los juegos conceptuales -cada vez más frecuentes-.; se trata de la serie "Encuentra el punto de vista". donde podréis encontrar la aplicación del diseño a carboncillo bajo una superficie de vidrio y previamente diseñada con acrílico; figuras de Claudia en miniatura se dibujan como espectadoras de lo que hay dentro del vidrio, o sea, el arte como ventana, como nos dijo el viejo Malevich en aquella exposición de aquel invento del neofuturismo ruso, que luego resultó ser el suprematismo de las bromas de ultratumba: el arte como icono, y el icono -como manda la teoría iconódula,- como ventana al más allá.













os recomiendo vivamente visitar su web www.tamasiclaudia.hu  y deleitaros con un arte sincero, con mayúsculas y aún comprometido con el propio arte. Arte sobre el arte. La reflexión sobre si mismo; Coltrane que abandona a Davis para perfeccionarse, para estudiarse y pelearse consigo y lanzar a un mundo boquiabierto su "A LOVE SUPREME". 





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